EL PRIMITIVO HOMBRE DE AMÉRICA Y LOS CHARRÚAS.
Existe mucha evidencia científica de que no es precisamente el continente americano la cuna del Homo Sapiens y tampoco de los prehomínidos en general.
Pero cuando Colón llega a América, la encuentra poblada por seres humanos a quienes se les denominó "indios", por estar convencido de que había arribado a su destino determinado de antemano: Las Indias.
Muchos estudiosos se refirieron entonces, al Hombre Americano, o la Raza Americana, y antiguos antropólogos formularon varias hipótesis totalmente dispares entre ellas.
Por ejemplo, el paleontólogo Ameghino en 1880 sostuvo que el Hombre Americano era autóctono, hipótesis que resulta al día de hoy totalmente inaceptada.
Otro antropólogo de apellido Hrdlicka, norteamericano, en 1821 sostuvo que el poblamiento de América se produjo entre 10 y 15 mil años atrás, que el origen era Mongol, y que arribaron por oleadas a través del estrecho de Berhing, desde la costa asiática.
Pero las teorías mas aceptables son las establecen que los hombres americanos, o indios, no son autóctonos ni tampoco de una única raza. Por ejemplo el etnólogo Paul Rivet, en su obra "Los Orígenes del Hombre de América", indica que no solo vinieron desde el Asia sino además atravesando el Pacífico desde las islas de la Melanesia y Polinesia. Ha escrito: "mucho antes que las naves de los grandes descubridores europeos, las sorprendentes piraguas melanésicas y polinésicas y quizás las primitivas balsas peruanas habían surcado la ruta de este inmenso desierto marino"- (el Océano Pacífico)-.
Otro antropólogo, como Mendes Correa, indica que la ruta que se denominaría "australoide", pasaba por Australia, Tasmania y la Antártida, y de allí pasaron a Tierra del Fuego, en América del Sur.
En resumen, se acepta el arribo de los tres grupos, el asiático o Mongoloide – el más numeroso-, el Melano-polinesio y el Australiano, adjudicándole a las primeras inmigraciones una antigüedad de 10.000 años.
Estas teorías están apoyadas en estudios arqueológicos con métodos modernos para adjudicar las fechas de antigüedad de los restos hallados, pero debemos citar algunos casos aislados en que aparentemente se han encontrado fechados de 38.000 años AC. en yacimientos ubicados en Texas.
De todas maneras, podemos sacar una síntesis de las investigaciones hasta el momento no concluidas, y tener una razonable certeza de que los llamados indios americanos provienen de migraciones asiáticas, y australo- melanesio-polinesio, en su gran mayoría.
Por lo tanto hubo gran diversidad de tipologías de indios, y no es cierto de ninguna manera a aserción de Antonio de Ulloa del indio único, manifestada en su conocida frase: " visto un indio de cualquier región se han visto todos".
COMO SE POBLÓ EL URUGUAY, Y LA APARICIÓN DE LOS CHARRUAS
Se presume que la población de Uruguay incursionó en el territorio en forma sucesiva, al principio por el norte, asignándoles una antigüedad aproximada de 9.000 años AC.
A los pobladores de estas zonas cercanas se les llamó Fuéguidos, Láguidos y Pámpidos, siendo estos últimos ( los Pámpidos), los ancestros de nuestros Charrúas.
Debemos aclarar que antes de los Charrúas entraron al país otras poblaciones de las cuales quedan restos de cerámicas y aparentemente habrían sido recolectores, pescadores, e incipientes agricultores.
Hubo mucho movimiento de pequeñas poblaciones de indios siendo interesante citar los que construyeron los conocidos "cerritos" que están en el este del Uruguay; estos indios serían sedentarios y en parte nómade, pero no eran de etnia Charrúa.
Como dijimos la macroetnia Charrúa era racialmente Pámpida (cazadores superiores), de características físicas bien desarrolladas, altos, estéticos, y de carácter muy firme, se llamaban a sí mismos "Chonik", que en idioma Tehuelche significa "nosotros los hombres", y eran descendientes de pobladores de la primera oleada que llegó al continente de origen australoide, según Paul Rivet. La altura de los Pámpidos oscilaba entre 1.70 mt y 1.83 mt, (Chaco y Patagonia), cráneo voluminoso, pómulos y mentón poderosos y salientes, y el índice nasal leptorrino (nariz larga y delgada). Corte atlético y equilibrio de las masas musculares, poco dimorfismo sexual, color del cutis oscuro y bronceado, ojos oscuros, pelo lacio y duro.
Los Pámpidos fueron ocupando las llanuras argentinas por los indios Pampas, Neuquen por los Puelches, el Chaco por los Guaycurúes, los Onas Tierra del Fuego y la Mesopotamia de Corrientes y Entre Ríos y la Banda Oriental, por los Charrúas.
Los Guaraníes –que no pertenecían al tronco racial pámpido-,se diferenciaban de los Charrúas por ser más bajos, de cabeza mas redondeada, cuello grueso, brazos musculosos aunque piernas cortas y débiles, pómulos poco salientes, y otro detalle que los diferenciaba de los Charrúas era que el color de su piel era más amarillento, y se les denominó brasílidos o amazónidos, por su origen racial.
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE LOS CHARRÚAS
En los primeros relatos de los expedicionarios del siglo XVI, se menciona a los Charrúas ubicados en el sur del territorio uruguayo. Posteriormente el nombre de CHARRÚA sirvió para nombrar a la macroetnia integrada, además de los Charrúas, por los Minuanes y /o Guenoas , los Bohanes, los Yaros, Chanáes, y otras parcialidades, que probablemente descendían del tronco común Pámpido (A los Yaros algunos autores no los incluyen en la macroetnia Charrúa, y los relacionan mas bien como del tronco racial Láguidos, ya que eran más bajos, sus caras eran redondas, y el color de su piel diferente).
En 1763, el P. Dom Antoine- Joseph Pernetty hace una descripción de los Minuanes donde se refería a los mismos como bien conformados, con cuerpo erguido. De pecho ancho y músculos bien definidos; las mujeres eran bastante más pequeñas. En las caras destacaba el tamaño de los ojos, frente alta, labios de mediano grosor y cabellos negros largos y el color de su piel era : ..."cobre rojobronceado...".
Félix de Azara durante su permanencia en América (1781- 1801), indica que los Charrúas son una pulgada más altos que los Españoles, ..." pero los individuos más igualados y bien proporcionados, sin que entre ellos haya contrahecho o defectuoso, ni que peque de gordo ni en flaco. Son altivos, soberbios y feroces; llevan la cabeza derecha, la frente erguida, y la fisonomía despejada. Su color se acerca tanto o más al negro que al blanco, participando poco de lo rojo. Las facciones de la cara, varoniles y regulares; pero la nariz poco chata y estrecha entre los ojos. Éstos algo pequeños muy relucientes, negros, nunca de otro color, ni bien abiertos. La vista y el oído doblemente perspicaces que los de los españoles. Los dientes nunca les duelen ni se les caen naturalmente, ni aún en edad muy avanzada, y siempre son blancos y bien puestos. Las cejas negras y poco vestidas. No tienen barbas ni pelo en otra parte, sino poco en el pubis y en el sobaco. Su cabello es muy tupido, largo, lacio, grueso, negro, jamás de otro color, ni crespo, ni se les cae; sólo encanece a medias en edad muy avanzada. La mano y pie algo pequeños y más bien formados que los nuestros; el pecho de las mujeres no tan abultado como el de otras naciones de indios".
En 1839, el naturalista D’ Orbigny , en su publicación "El Hombre Americano" manifiesta respecto a los Charrúas: " ... Las formas de los Charrúas son, como las de los Puelches, macizas en extremo; siempre muy carnosos , no están empero sujetos a la obesidad, tan común en los Guaraníes. Sus hombros son anchos, su cuerpo proporcionado, sus miembros bien fornidos, sus manos y pies pequeños; las mujeres de las mismas proporciones, tienen el cuello bien hecho, el cuerpo ancho, sin que nunca la cintura sea mucho más estrecha que el resto del cuerpo. Los Charrúas tienen la cabeza grande y el rostro ancho; los pómulos algo salientes; la nariz bastante estrecha en la base: Hundida en esa parte, gruesa en la extremidad, de fosas anchas y abiertas; las cejas salientes; fuertemente arqueadas, con poco pelo; los ojos pequeños, negros, hundidos, tal vez algo cerrados, pero horizontales; los labios gruesos; la boca grande; los dientes hermosos y que jamás se caen; la barba rala...",..." sus cabellos son largos , negros, gruesos y lacios. El conjunto de sus facciones da al rostro un aspecto serio y a menudo feroz; se descubre raramente en sus jóvenes ese aire gozoso y abierto de algunas otras naciones...".
Dámaso Antonio Larrañaga refiere en 1813: ..."los ojos algún tanto oblicuos y no tan chicos como se ponderan; la cara más bien larga que ancha, la parte inferior del rostro estrecha y anchas las espaldas, la frente no muy chica, los dientes muy bien conservados y muy iguales; la boca y labios regulares, nariz un poco aguileña, pies y manos pequeños. En una palabra nada tienen de monstruosos ni deformes los hombres primitivos del país que ocupamos y que eran los verdaderos dueños de la campaña...".
El sargento mayor Benito Silva, que vivió con los Charrúas, en 1841 aseguraba que: ..." son bastantes blancos, principalmente las mujeres, el sol, el polvo, la grasa de los cueros en que se acuestan y con que se cubren contribuyen a ennegrecer su cuerpo. Y su pelo es castaño oscuro y liso."
La etnografía de los Chaná- Beguaes es escasa según Azara:..." no ceden a los Charrúas en la estatura y las proporciones. Los varones 1.70 mt y 1.65 mt las mujeres, y sus cráneos altos (hipsicéfalos) presumiblemente el resultado del repetido mestizaje de Pámpidos y Láguidos."
Por el lado del este uruguayo, donde se encuentran casi 5.000 cerritos de indios, ( Rocha, Treinta y Tres, Cerro Largo, este de Tacuarembó y sur de Rivera) estuvieron probablemente los llamados "tapuias", pobladores prehistóricos que mestizados con los Guaraníes en esa zona, dieron origen a los Arachanes, cuyo cabello era revuelto y encrespado y que regularmente tenían guerrillas con los Charrúas (según narración de Díaz de Guzmán en 1612).
A través de los relatos en distintas épocas hemos visto pequeñas evoluciones en la tipología física del Charrúa, lo que indicaría un mestizaje acrecentado en los últimos tres siglos de su existencia, principalmente con integrantes de las otras parcialidades indígenas que se consideraban pertenecientes a la macroetnia Charrúa. También existió mestizaje con Guaraníes y con los inmigrantes blancos.
EL LENGUAJE DE LOS CHARRÚAS.
Estudiosos de las lenguas de grupos indígenas han ofrecido diversas opiniones respecto al origen del lenguaje de los Charrúas. Pero últimamente estudiosos modernos han encontrado diferencias sustanciales con la de otros grupos indígenas de esta parte de América, y se han inclinado por considerarla como lengua aislada y de familia ignota (Rivet, 1924; Imbelloni, 1939; Blixen, 1956; José Joaquín Figueira, 1965).
Según Azara, la de los Charrúas era nasal, gutural, y diferentes a todos los dialectos.
Para D’Orbigny era dura y gutural, se acercaba a la de los Puelches y a la de los Mocovíes y Tobas, pero sólo en lo duro y gutural, en lo demás eran muy diferentes.
Se han rescatado muy pocas palabras del lenguaje Charrúa, no llegan a 60, y el principal compilador ha sido el Dr. Vilardebó, en el llamado "Códice Vilardebó", que proporciona unas 60 palabras y el sistema de numeración de los Charrúas basado en los primeros cuatro números. Por ejemplo 1,2,3,4,se designaban: yu, sam,deti y bétum ; para formar el 5 ellos decían 4 y 1, o sea "bétum yu"; el 6 "bétum sam", y así hasta el 8. Al 9 se le decía baquiú y al 10: guaroj.
Las dos principales fuentes del "Códice Vilardebó" fueron dos vocabularios recogidos; uno en 1841 del sargento mayor Benito Silva (que había convivido con Charrúas), y el otro en 1842 de una "china" Charrúa cautiva que oficiaba como sirvienta en la estancia del oficial Manuel Arias. Las palabras mas conocidas que se atribuyen a los Charrúas son por ejemplo: "inchalá", que significa hermano, "hué", que significa agua, "luai", caballo, "belerá", vaca, "quillapí", capa, "guidaí" , luna, (este nombre está siendo usado para bautizar algunas niñas según yo he sugerido a sus padres).
Debemos hacer notar que las voces Charrúas al ser escritas al español evidentemente perdían su verdadero sonido, ya que los sonidos guturales o nasales por ejemplo, no existen en nuestro idioma. El suscrito ha podido constatar que la voz "inchalá", en su origen, no sonaba exactamente así, sino más bien como "nshalá". Esta constatación se ha hecho observando que en Tacuarembó, por ejemplo, algunos descendientes mantienen esa voz que incluso queda como apodo de algunos muchachos cuando son mayores.
En resumen, no creo que podamos fiarnos totalmente entonces del citado "Códice" y deberemos resignarnos por ahora a aceptar que el lenguaje de los Charrúas nos es desconocido. En cuanto a sus nombres, en lenguaje Charrúa, también son muy escasos y los caciques por ejemplo, adoptaban un nombre tomado de inmigrantes o de sus apellidos, por ejemplo: Brown o Polidoro. También nombres de animales como el cacique Venado y a veces una palabra Charrúa, como el cacique Sepé ( que significaría "labio" aunque otros le atribuyen el significado de "sabio", aquí es muy probable que la escritura manuscrita se haya confundido "labio" con "sabio", confundiendo una "s " con una "l".)
En general los Charrúas hacia fuera de su tribu se comunicaban en lengua Guaraní o en un español o portugués rudimentario.
¿CUÁNTOS ERAN LOS CHARRÚAS?
Comenzaremos con este tema tan debatido. Sólo disponemos de varios testimonios de expedicionarios, religiosos, marinos, que en sus partes o crónicas hacían referencia al número de Charrúas con que se encontraron, esto no indica una cifra exacta de los Charrúas por dos motivos:
1. Porque el hecho de divisar un cierto número de Charrúas en una región de la Banda Oriental no significa que esos fueran los únicos habitantes indios del Uruguay y que por una suerte de casualidad estuvieran reunidos todos juntos en el mismo instante y en el mismo lugar;
2. Cuando se citan números de Charrúas en general se habla de " hombres de pelea" o " hombres hechos" o de hombres simplemente; lo cual significa que hay que agregar a estas cifras más del doble de las que mencionan, que sería la constituida por lo que llamaban la "chusma", que así llamaban despectivamente a los integrantes de la tribu que no eran guerreros, o sea los viejos, esposas, hermanas y los hijos pequeños de esos mismos guerreros.
Dicho esto pasemos a recordar algunas citas históricas tales como las siguientes:
Un marinero de la expedición de Lope de Sousa que estuvo en contacto con Charrúas ribereños les asignó una población de 600 hombres.
Ulrico Schmidl de la expedición de Pedro de Mendoza los estimó en 2000 hombres hechos, los que huyeron con sus mujeres e hijos al desembarcar los conquistadores en la zona de Colonia, en 1536.
Martín del Barco Centenera, capellán del adelantado Ortiz de Zárate, afirmó que 800 Charrúas combatieron contra los soldados de Juan de Garay.
Estas citas corresponden al siglo XVI. En el siglo XVII hay citas que atestiguan la existencia de 500 Charrúas guerreros en la zona de San Gabriel. En el siglo XVIII según el jesuita José Cardiel dice haber visto pasados a Entre Ríos unos 600 Charrúas entre adultos y niños. En 1812 el General Antonio Díaz informa que los Charrúas tendrían unos 300 guerreros y otras 350 familiares entre mujeres, niños y ancianos. En 1828, y 1829 se recuerda que en el Ejército del Norte comandado por Rivera se encontraba el Cacique Vaimaca Perú al frente de 200 a 300 lanceros, no evaluando el número de familiares.
En la celada de Salsipuedes, en 1831,fueron atacados por sorpresa entre 400 o 500, mientras los ancianos, mujeres y niños estaban lejos del escenario y quizás duplicaran ese número.
A posteriori de este sangriento episodio del que se habrán salvado unos 100 guerreros por lo menos, y todos los familiares fueron conducidos a Montevideo a pie, siendo gran parte de ellos repartidos durante el trayecto, siendo los restantes repartidos en Montevideo por separado para integrarlos a servicios de tipo doméstico o tareas propias del campo.
En este preciso momento de la historia podemos decir que la etnia Charrúa desaparece como tal, y comienza un intenso mestizaje con blancos, principalmente, con guaraníes y con otras minorías raciales en menor número.
Como conclusión, no podemos evaluar exactamente el número de Charrúas al momento de llegada de los españoles, pero se ha manejado insistentemente un número global que es el de 4000 integrantes de las diferentes tribus Charrúas. Evidentemente con el transcurso de los tres siglos hasta su extinción como etnia se produjeron movimientos hacia fuera y hacia adentro de los Charrúas:
A- muchos integrantes de la macroetnia pero que vivían separados de los Charrúas, tales como los minuanes, guenoas, boanes, chanaes, etc, que no aceptaron la aculturación buscaron refugio bajo las tolderías de los Charrúas ,
B- Desde la misma llegada de los españoles, que en su mayoría eran hombres solos es admitido que gran número de mujeres Charrúas salieron de las tribus para formar familia con los extranjeros. También es admitido que otros pequeños grupos se aculturaron o pasaron a servir al ejército regular o se afincaron en algunas reducciones.
Es lógico entonces pensar, que en números aproximados, la población Charrúa fue disminuyendo desde quizás más de 4000 individuos puros desde el siglo XVI, hasta alrededor de 1000 en el año 1831, fecha de la disolución de la etnia.